Por su alto contenido de proteínas y minerales este grano se emplea en la producción de forrajes, alimento que se puede almacenar durante un largo período sin que pierda sus propiedades y constituye una importante reserva de comida para el consumo animal en tiempo de seca, época del año en que escasean los pastos.
Esta plantación es muy resistente a la sequía y al calor por lo que su proliferación es favorable en nuestras condiciones climatológicas y en el tipo de suelo, en su mayoría ferralíticos rojos que abundan en las unidades ganaderas de esta entidad.
Según múltiples bibliografías esta gramínea es empleada además en el consumo humano por su carencia de gluten constituyendo un importante alimento en la dieta de los celíacos y se usa también como cultivo bioenergético y para la fabricación de biocarburantes.