“La mujer es una Revolución dentro de la Revolución”
Fidel Castro Ruz
Bien dijo José Martí que cada mujer debía llamarse maravilla. En ellas hizo la naturaleza el prodigio de juntar belleza y amor, fuerza y delicadeza; mezclas perfectas para la realización de grandes obras.
No hay obstáculos, por difíciles que sean, capaces de menguar su paso seguro, cuando de obtener un lugar cimero se trate, pues conocen la fórmula exacta para conquistar el futuro.
Constructoras, obreras, maestras, edificadoras de sueños, soldados en primera fila, con esa magia única, de quienes a fuerza de coraje se abren camino en un mundo donde aún habrá mucho por conquistar.
La mujer cubana, es hoy ejemplo de emancipación, de capacidad multiplicada, de derechos conquistados, de sacrificio y amor.
Ellas son herederas de los ideales de Mariana Grajales, de Vilma Espín, de Haydée Santamaría y otras tantas dignas mujeres, protagonistas de las luchas por la independencia de Cuba, baluartes indiscutibles del temple y la grandeza del sexo femenino, reivindicado con creces tras el triunfo revolucionario y ganado a lo largo de la historia.
En cada resultado sobresaliente de la ciencia, en cada batalla por la vida, en el sector productivo, desafiando la muerte en el enfrentamiento a la COVID-19 y haciendo historia va la mujer cubana.
