La Biblioteca, ese sitio maravilloso que permite la reflexión y la concentración, es el lugar preferido de millones de personas. Muchos son los que sienten gran atracción por ese umbral encantador que nos convida al conocimiento. Pero el origen de estas células educativas se lo debemos a Antonio Bachiller y Morales quien es el primer bibliotecario cubano.
Cada 7 de junio en San José de las Lajas, capital de Mayabeque, estudiantes y profesores, recuerdan con respeto a quien fuera el iniciador de estos espacios rodeados de libros. Antonio Bachiller y Morales nacido este día de 1812, es un hombre excepcional y una de las figuras imprescindibles de la cultura cubana.
Gran erudito, siempre estuvo al tanto de las inquietudes de su tiempo, de los adelantos científicos más recientes, pero también de la cultura en su acepción más amplia. Entre sus logros más relevantes está la recuperación de la memoria histórica de su pueblo.
Por si fuera poco, este pensador cubano fue un historiador, profesor universitario, periodista, bibliógrafo y americanista. Se dedicó a estudiar la América precolombina, y fue un contribuyente al estudio de la bibliografía en Cuba y en Latinoamérica.
Sobre su personalidad Martí comentó: “con aquella alma franca y sin malignidad ponía cuanto de heroico, contradictorio o feo veía a su alrededor en aquella época confusa”.
San José de las Lajas valida la obra de Bachiller y Morales en sus más de 15 bibliotecas de los centros educativos, sumada la Biblioteca Municipal que abre sus puertas desde horas tempranas para recibir a los lugareños con avidez por el conocimiento, sin distinción de edad, sexo, ni raza.
La función social del bibliotecario en esta ciudad cabecera de provincia, ha estado tradicionalmente vinculada a la promoción del saber, la cultura y la literatura. Bibliotecarios y bibliotecarias añaden a su tradicional quehacer una amplia labor de extensión cultural y se empeñan por llegar hasta los asentamientos rurales como San Antonio de las Vegas, Tapaste, Zaragoza, Nazareno, así como a los centros penitenciarios de la localidad para que no falten las virtuosas páginas de un libro.
Otro mérito de las bibliotecas en San José de las Lajas es la realización de los talleres literarios y los círculos de lectura, así como las diversas tertulias sobre el libro y sus autores.
En la Universidad Agraria “Fructuoso Rodríguez” y el Centro Universitario Municipal (CUM), junto a cada investigador, estudiante o creador siempre está el bibliotecario. Ellos ofrecen el consejo certero y oportuno. Con su labor callada, pero precisa, también se difunde y conserva la cultura cubana.
Y no puede faltar, por supuesto, en la Facultad de Ciencias Médicas del territorio, ubicada en la avenida 47 del municipio, una excelente biblioteca para los más de 300 estudiantes de Medicina que ya convierten su talento y sapiencia para salvar vidas con la ayuda generosa de un texto científico.
Sin la existencia de las bibliotecas no se extendería la vida, por ello, reiteramos el tributo a Antonio bachiller y Morales al cumplirse 205 años de su natalicio.