Abril 60 años después vuelve a ser historia. Girón y su victoria se aferran a este tiempo en que el batallar continúa y la patria a sus hijos contempla orgullosa.
Unidos en representación de toda Cuba, hombres y mujeres, delegados a una cita trascendental, debaten, analizan, reflexionan sobre aciertos y desaciertos. Juntan ideas en ese pretexto común de fundir razones y esperanzas.
El 8vo Congreso, cuenta con Fidel, su legado late en este tiempo adverso, anima, estremece y convoca a no detener la marcha.
Abril vuelve a ser historia. Girón se hospeda en la memoria y otras generaciones de cubanos, continuidad de los que ayer estuvieron en las trincheras defendiendo el presente, asumen el compromiso de labrar el futuro.
Y Raúl. Desde la serenidad estampada en cada palabra, con la firmeza que le distingue puso la luz en cada espacio de un informe que merece ser estudiado, y dijo: “…el Octavo Congreso del Partido marcará la conclusión del proceso de transferencia ordenada de las principales responsabilidades por la generación histórica a las nuevas generaciones…”
Y he ahí el camino. Ese camino de compromiso, ese camino que continuarán los justos y agradecidos que amamos este país.