Fidel Vive

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Cuando era apenas un adolescente me pregunté y le preguntaba a otros como sería el día en que Fidel muriera. Tan solo de imaginarlo llegaba la tristeza y estoy seguro que muchas personas lo hicieron en algún momento, porque fue tanto el amor, el sacrificio y la entrega hacia el pueblo y la nación en que nació y vivió que su ausencia se iba a notar, se iba a sentir mucho en lo profundo del alma.

Hoy duele pero es como si no hubiese partido, porque Fidel no solo está en el corazón de los cubanos y del mundo. Está en las obras sociales que nacieron con cada programa de la Revolución para todos, en las obras humanitarias, en sus enseñanzas, en sus reflexiones para Cuba y la humanidad, en sus compañeros de lucha, en las montañas, en el Yate Granma. Está en el Moncada, en Martí, en América, en África, está en todas partes.

Este día celebramos su nacimiento, lo hacemos con esa mezcla de nostalgia y alegría. Nostalgia porque físicamente no está. Alegría, porque sabemos que se trata de un estadista mundial, un líder indiscutible que es fuente de inspiración para todas las personas de buena voluntad.

Fidel hizo mucha historia porque la estudió y la comprendió para continuarla por el sendero correcto y más justo posible, haciendo que la muerte y la entrega de nuestros próceres revolucionarios no fuera en vano. ¡Qué temple! Fidel hizo historia porque no pensó solo en Cuba, pensó en la humanidad, en la dignidad y en los derechos del ser humano de cualquier parte del planeta y así nos enseñó.

La vida de una persona no alcanza para hacer todo lo que se pueda y se deba pero si alcanza para dejar un legado para hacer el bien que hace crecer, que se multiplica y deja huellas imborrables en los corazones. No te has ido Fidel, te quedas, estás aquí, en cualquier parte y no solo en los humildes y por los pobres por quienes luchaste. Estás en el camino de la humanidad como un gran maestro, para que también otros aprendan de ti.

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