El tiempo vuela, dicen algunos, más no lo suficiente, pienso. Imposible no evocar tu presencia Fidel en estos días. Imposible no respirar el aire en la niebla de tristeza que hoy todavía deja tu ausencia física. A la altura del lugar desde donde tomamos las primeras fotos del paso del féretro con tus cenizas, todavía la mente puede repasar las imágenes de un pueblo que aguardaba respetuoso y consternado para darte el último adiós. Aquí, en la misma trinchera laboral en la que brindamos con inmediatez al mundo la noticia de tu paso victorioso por la vida, es imposible Fidel, no evocar tu presencia.