Félix Pita Rodríguez: un viaje perenne por la literatura

0
425

Dentro de muy poco, el universo de la cultura cubana celebrará la cifra notable de 113 años del natalicio de Félix Pita Rodríguez. Según las referencias historiográficas al uso, la casa donde nació en febrero de 1909, se registró con una alusión de la epopeya mambisa: desde allí, le dispararon un tiro a Máximo Gómez en el ataque insurrecto a Bejucal que casi impacta la anatomía del Generalísimo. Dicen que solamente el ruego de los niños de la comarca salvó al pueblo de la tea arrasadora.

En los textos sobre aquellos capítulos heroicos, se describe ya al inmueble de dos plantas, “La Bejucaleña”, en la esquina de las calles nueve y 16. El biógrafo del viejo guerrero dominicano, Benigno Souza, fijaría el dato en el compendio de una vida gloriosa, donde tendría que aludir necesariamente a un nombre imprescindible de la literatura cubana de cualquier tiempo posible.

Y la aventura parece tocar la saga de Félix Pita Rodríguez desde el  mismo comienzo del joven despertar. El viajar perennemente constituye la prioridad fascinante de un narrador en su obsesión de descubrir al mundo. Se encuentra sin falta en el Tobías indispensable, tan recurrente en todas las críticas que le dispensarán en lo adelante.

Poemas, cuentos, ensayos, artículos, llevarán consigo el ardor inevitable de la fragua misma del Caribe, como también esencias y alientos de Europa y del norte africano. En París, por ejemplo, contactará con la noble locura del surrealismo, y no pocos piensan que Félix Pita Rodríguez resulta el misterioso ejemplo de escritor cubano vinculado con esa tendencia que confiere tanto valor a lo inconsciente en la actividad creadora.

Y en efecto, cada pieza literaria de Félix Pita Rodríguez sugiere como un entramado perfecto de palabras que parece construirse por sí mismo. Incluso, existe una zona hoy escasamente conocida de la obra del Premio Nacional de Literatura 1985, que bien valdría la pena retrotraer por la capacidad de validar y de vindicar que encierra: la escritura de guiones dramáticos para la radio.

El hombre dirigió el magazine dominical Noticias de Hoy, donde no solamente confirió tintes literarios al mester periodístico, sino que insufló aliento ciertamente humano a un perfil editorial tantas veces tachado de retórico. Aún se discute sobre el oficio de traducir en el bregar literario. En muchas de esas facetas de un caminante impenitente, habría rutas para la vocación humana de hacer, de pensar, de construir. Nacido hace exactamente 113 años, Félix Pita Rodríguez no deja de ser propuesta para el género humano de cualquier tiempo, viva donde viva.

 

Califiquenos

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Nombre