Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, en la sesión plenaria de la Conferencia Provincial de la CTC en Santiago de Cuba, refirió que el proceso orgánico, de cara al XXI Congreso de esta organización, ha ratificado que el salario sigue siendo la mayor preocupación de los trabajadores, dada su incapacidad de compra por los precios presentes hoy en el mercado minorista.
“Resolver este problema no es dar mayor papel moneda a los trabajadores. Si hiciéramos esto al momento se acabarían los bienes y servicios que hay en el mercado, y por ende aumentarían nuevamente los precios. O sea, se tendría mayor cantidad de dinero, pero igual capacidad de compra”, explicó el directivo.
Considera que la personas creerán en el movimiento sindical a medida que este luche por sus derechos y eso incluye el aumento de salario. Hay que tener en cuenta también al millón 700 mil pensionados que hay en Cuba, con una pensión media de 280 pesos, cifra que no permite solucionar los problemas ante los precios del mercado minorista, informa Cubadebate.
Gulilarte afirmó que el movimiento sindical ha posicionado y visibilizado los resultados de ese debate y el criterio mayoritario de los trabajadores, para buscar una solución a ese asunto, en el plazo más breve posible.
“Están presentes hoy impactos negativos en la sociedad debido al tema salario, vinculados a los recursos humanos con la fluctuación de trabajadores de alta calificación hacia sectores emergentes y no estatales; desmotivaciones; apatías laborales; y en varios lugares se ha desmovilizado el ejercicio de combatividad de los trabajadores”, acotó.
Para el dirigente sindical la solución radica en acabar de aprobar una reforma general del salario y no seguir poniendo parches en determinados sectores, que complejizan y dotan de desmotivaciones a otras ramas de la economía y en esa dirección se ha venido trabajando.
Esta reforma está condicionada por tres variables: resolver la dualidad monetaria y cambiaria, ya que ninguna de nuestras dos monedas tiene convertibilidad; asegurar la canasta básica de bienes y servicios, aplicar el subsidio a personas y no a productos; y en tercer lugar definir el valor de está canasta, que condiciona el salario mínimo del país.
“El movimiento sindical pide confianza a sus trabajadores, tenemos que resistir un poquito más para acabar de solucionar este problema, que para nosotros sigue siendo una prioridad a resolver en el menor plazo posible”, enfatizó Guilarte.
El también miembro del Consejo de Estado, significó que no se puede perder de vista que después del VII Congreso del Partido Comunista, en abril de 2016, se definió que teníamos que seguir trabajando en la actualización del modelo económico y social de nuestro país. De esta cita derivaron tres importantes documentos: la conceptualización, las bases del plan de desarrollo económico y social hasta el 2030 y la actualización de los lineamientos, que sin la participación activa de los trabajadores no encontrará un perfeccionamiento y una dinámica en su materialización práctica.
Según Guilarte: “Debemos hacer cuestionamientos a la labor sindical; pesar de que se ha logrado la organización de los trabajadores hacia el interior del debate sobre la visión que tienen de la función del sindicato, hay cuestionamientos al desempeño de nuestra labor y, justamente, el reconocimiento sindical radica en cómo ellos ven el ejercicio de representación que tiene el movimiento sindical en la defensa de sus derechos”.
“No podemos eludir el debate con los trabajadores, aun en las condiciones más complejas, debemos ser portadores de argumentos para sumar y convencer, y en el mejor de los casos razonar, hacerlos participes de las decisiones. Hay que producir más, para que haya mayor nivel de oferta y satisfacción en las demandas’’, concluyó.
En la conferencia provincial de Santiago los delegados tocaron ejes centrales para el movimiento sindical como la lucha anti-corrupción; la vinculación de los jóvenes con el sindicato; la capacitación de cuadros; el papel del sindicato en la defensa de los trabajadores; la sindicalización y la necesidad de que cada dirigente rinda cuentas constantemente a los afiliados.
En la cita fueron elegidos once miembros que integrarán el secretariado ejecutivo de la CTC en la provincia y fue ratificada María de los Ángeles Cordero Tamayo como secretaria provincial.