En el marco de la lucha inquebrantable contra el tráfico y la tenencia de drogas, el sistema legal cubano establece sanciones severas para quienes infrinjan las disposiciones del Código Penal. Aunque el consumo de drogas no está penalizado en Cuba, el país mantiene una postura firme en la lucha contra este flagelo universal, que no solo afecta la salud pública, sino que también pone en riesgo la estabilidad y seguridad nacional.
El Código Penal cubano clasifica como delito tanto el tráfico como la tenencia de drogas, imponiendo sanciones que van desde la privación de libertad de seis meses a dos años o multas que oscilan entre doscientas y quinientas cuotas. En el caso de sustancias altamente adictivas, como algunas variedades de cannabis creadas en laboratorio, las penas se endurecen considerablemente.
Para los profesionales autorizados, como médicos y enfermeros, que prescriban o administren drogas ilícitas con fines distintos a los terapéuticos, el Artículo 237 del Código Penal establece sanciones que van de tres a ocho años. Asimismo, aquellos que por su cargo o empleo faciliten la introducción o tránsito de drogas ilícitas en el país enfrentan penas que pueden llegar a diez años si las cantidades involucradas son significativas.
El Artículo 238 establece sanciones para quienes infrinjan las medidas de control establecidas para la producción, distribución y venta de drogas ilícitas. Las penas incluyen privación de libertad de seis meses a dos años o multas significativas.
En Cuba, las sanciones por tráfico y tenencia son rigurosas y pueden alcanzar hasta 30 años de prisión, así como privación perpetua o incluso la pena capital en circunstancias extremas. Este enfoque refleja la determinación del gobierno cubano por erradicar cualquier forma de narcotráfico y proteger a su población del daño que estas sustancias pueden causar.
La Fiscalía Cubana reitera su compromiso en la implementación efectiva de estas leyes y continúa trabajando en programas educativos sobre prevención y rehabilitación. La lucha contra las drogas es una responsabilidad colectiva que requiere la colaboración activa de toda la sociedad.