Estampas de un domingo en elecciones

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 Tomado de Granma

Pese al cambio de horario, este domingo desde bien temprano en la mañana y sin contratiempos, millones de cubanos acudieron a las urnas para, mediante voto libre, y secreto, elegir a los 605 diputados al Parlamento y los 1 265 delegados a las 15 Asambleas Provinciales del Poder Popular.

Mujeres y hombres, jóvenes, y ancianos asistieron a los comicios generales, custodiados por niños, en el libre y pleno ejercicio de sus derechos para elegir a los integrantes del nuevo parlamento y para votar, una vez más, por Cuba.

JÓVENES TESTIGOS DE UN MOMENTO TRASCENDENTAL

La joven pinareña Indira Díaz Roques nunca antes había votado en unas elecciones. Este domingo 11 de marzo, fue su primera vez.

A sus 16 años, asegura que se trata de un derecho conquistado por los cubanos, que hoy «nos toca defender». Por eso, al depositar sus boletas en las urnas, no solo estaba dando su respaldo a los candidatos a la Asamblea Provincial del Poder Popular y al Parlamento, sino también al proceso que entre todos construimos desde 1959.

«En estas elecciones votamos también por Cuba, por el futuro de nuestro país, por la continuidad de la Revolución», dice.

Indira estudia en la Escuela Pedagógica Tania la Guerrillera, de Pinar del Río, donde se forma como educadora.

«Yo había participado en otros procesos electorales, pero como pionera, cuidando las urnas, algo que me encantaba y considero una experiencia muy bonita. Siempre me sentía orgullosa de que me escogieran para esa responsabilidad tan importante».

A pesar de ser, como ella misma dice, «primeriza», advierte que en la escuela había recibido información suficiente sobre cómo ejercer el voto y considera que «el sistema electoral cubano es democrático, porque tenemos la oportunidad de elegir a las personas que nos representarán. No se presiona a nadie a votar por una persona en específico, es un proceso libre y transparente».

Para ella, «hoy ha sido algo extraordinario, porque con mi voto estoy reafirmando que estoy al lado de la Revolución, de Fidel, de Raúl, y honrando la memoria de los héroes que dieron su vida para que tuviéramos una patria soberana».

Con 17 años de edad, Anabel Yero Ramírez de la provincia de Granma, estudiante de nivel medio de Escuela Profesional de Danza Alfredo Velázquez, también ejerció por primera vez su derecho al voto en el colegio electoral 3 de la circunscripción 9, del distrito electoral 3 de Guantánamo, el cual radica en su mismo centro de estudios.

«Una experiencia nueva con la que vengo a cumplir porque se trata de un deber de todo ciudadano y además un compromiso con Cuba», refirió la joven.

Desde la Isla de la Juventud, tierra que acogió a José Martí y a Fidel Castro en momentos históricos diferentes, el joven Adrián Cánovas, presidente de un colegio electoral en Nueva Gerona, asumió la responsabilidad y veló porque cada elector ejerciera su derecho. Así sucedió en los 162 locales existentes ubicados por todo el Municipio Especial y algunos en Cayo Largo del Sur, las terminales marítimas y aérea y en el hospital de Nueva Gerona.

Apego a la ley, honestidad, disciplina en cada parte informativo, organización, son calificativos para la jornada de este domingo cuando miles de pineros votaron por la unidad en torno al sistema político, el cual da la posibilidad de que cada uno aporte y sea protagonista de la toma de decisiones del estado.

A su vez, Armando Muñiz Pino, estudiante de 5to. año de Agronomía, de la Universidad de Artemisa, se sumó, desde bien temprano, a quienes  como él brindan su aporte al desarrollo del proceso eleccionario desde la función de colaboradores.

Muñiz se siente orgulloso por haber tenido la oportunidad de ser parte de la primera experiencia conferida a los jóvenes universitarios, al convertirse en observadores del proceso efectuado en el 2015, que unido a la preparación recibida en cada ocasión, le sirve de guía para un mejor desempeño en el colegio número 1, de la circunscripción 7, del consejo popular de Mariel, Artemisa.

«En ese momento fue un gran reto, pues solo había participado de los comicios como elector; ahora, pese a contar con una vivencia previa y estar preparado, también lo es, pues tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos. La participación activa de las nuevas generaciones constituye un ejemplo más de la democracia y transparencia del sistema electoral cubano, así como de la confianza depositada en nosotros», afirma el joven de 23 años.

Como colaboradores, añade «nos integramos mucho más al proceso, convencidos de la relevancia de estas elecciones generales. Resulta oportuno que junto a los universitarios se hayan incorporado ahora estudiantes de la enseñanza preuniversitaria y de los institutos politécnicos, de modo que se vislumbra una continuidad aún mayor, como garantía del futuro».

Millones de cubanos acudieron a las urnas para ejercer su derecho al voto. Foto: Romero Cruz, Yusmary

La doctora Tania Suárez Ojea, recién llegada en sus primeras vacaciones de la misión internacionalista que cumple en la República de Brasil, constató de inmediato su presencia en el listado de electores del colegio electoral No.3, de la circunscripción No.144,  en el reparto Ampliación de Terrazas de la provincia de Santiago de Cuba.

«Es que no podía perder la ocasión –señaló–, de sumarme por derecho propio a esta jornada en defensa de nuestra Revolución soberana y democrática.

Lo hago nuevamente en el mismo lugar, donde de pionera disfruté la custodia de las urnas en medio de la añoranza por crecer para sumarme a este ejercicio con mis padres, abuelos y vecinos.

«Sin embargo –destacó–, hoy me acompañó una especial alegría, porque anoche tuve la satisfacción de saludar personalmente a nuestro General de Ejército Raúl Castro Ruz, de paso por nuestro CDR No.8, Capitán San Luis. Fue como materializar el sueño de todo joven profesional revolucionario y  porque en su sencillez vi también la grandeza de Fidel».

OTRO TRIUNFO VERDE OLIVO EN LA SIERRA

Si algo tiene bien puesto Minas del Frío es el nombre. A las seis de la mañana de este domingo la niebla y un viento gélido cortante imponían su imperio a 900 metros de altura en este asentamiento intrincadísimo de la Sierra Maestra, en la provincia de Granma.

A esa hora, el joven Obisley Reyes, de 30 años, llegaba al colegio electoral con su esposa -de la mano, para retener algo de calor- y preparar el sitio en que 171 habitantes del caserío acudirían en breve, siempre después de ellos, a votar «por mucho más que los nombres de los candidatos», dijo.

«Es que este pueblo entero es fruto de la Revolución. Ya no son cuatro casas dispersas. Hay consultorio, tienda, restaurante, dos cooperativas, una granja, una escuelita en la que trabaja mi mujer y donde estarán los hijos que tenga.

«Fíjate que hay hasta una sala de rehabilitación terapéutica “con todos los hierros”, atendida por este servidor, para beneficiar a las comunidades cercanas. Esas son las cosas por las que venimos a votar los serranos, por la gente buena que las defenderán, para que la montaña y el país entero sigan siendo ejemplo de dignidad humana».

Asistir a los comicios electorales es un deber de todo ciudadano y, además, un compromiso con Cuba. Foto: Dunia Álvarez Palacios

EL FUTURO SABE AMAR LA DEMOCRACIA

Adrián Alejandro Medina Falcón, a sus 18 días de nacido en la provincia de Villa Clara, no sabe la trascendencia de la jornada vivida por el pueblo cubano este 11 de marzo, mas algún día sus padres le contarán que él estuvo allí, en aquella jornada histórica.

Arropado en su pañal, y en brazos de su mamá, Wendy, llegó Adrián al colegio No. 1 de la circunscripción 44, del consejo popular Vigía Sandino, de Santa Clara, y tras pasar por la mesa electoral y el lugar secreto donde se ejerce el voto, el pequeño fue cargado de forma tal que su madre pudiera colocar la boleta en la urna con ayuda de los pioneros Claudia Díaz y Lídice Beatriz Rivero, alumnas de la secundaria básica Fe del Valle.

«Ahora, en su inocencia, él no sabe nada de lo sucedido, pero algún día vendrá también a ejercer su derecho, como los miles de jóvenes que esta vez votaron por primera vez», expresa su papá, Adrián Medina, quien reconoció que por hechos como este, su niño ya está vacunado contra varias enfermedades que matan a miles de personas en el mundo, tendrá escuela gratuita y otros derechos garantizados.

Mientras, Claudia María Vázquez Bermúdez, en Las Tunas, es de esas niñas que gusta de levantarse temprano, pues adora su escuela, sus compañeros y le apasiona aprender más cada día. Sin embargo, este 11 de marzo no fueron sus actividades docentes las que convocaron a la pionera a despertar antes que el sol. Una responsabilidad de igual magnitud la motivó a hacerlo: custodiar una urna electoral.

Ella cursa el séptimo grado en la secundaria Calixto Sarduy, pero esta no es su primera vez custodiando el voto democrático, pues a los ocho años vivió la experiencia y hoy habla de ella con hermosos argumentos.

«Para mí es un orgullo participar en el proceso eleccionario, porque sabemos que en otros países del mundo las urnas son custodiadas por soldados armados, pero en Cuba esa responsabilidad la tenemos nosotros, y esa es una gran satisfacción».

Ha sido mucho el empeño de todos, tanto de la familia como de nosotros, aclaró. «Los pioneros hemos venido con mucha disciplina, pero si nuestra familia no hubiera colaborado, no hubiéramos estado aquí bien temprano, con nuestros uniformes listos para cumplir esta importante tarea».

«Si algún día tuviera que cumplir otra responsabilidad, como ser una autoridad electoral o incluso ser nominada, lo haría con mucho gusto», dijo la estudiante.

RECUERDOS INEVITABLES

Temprano, con un dinamismo poco común para sus 83 años de edad, Roger Antonio Ávila Rodríguez, juez profesional jubilado, ejerció el derecho al voto en el colegio electoral 5, en la circunscripción 2 del consejo popular No.1 Alcides Pino, en Holguín.

«No dudé ni un segundo en votar por todos los candidatos.  Ese momento significó dar el sí por Cuba y por la unidad entre todos los compatriotas», explicó.

Roger también evocó sufragios realizados antes de 1959.  Expresó que eran recuerdos inevitables, compartidos a modo de lección.

«En los de 1944 tenía nueve años y en los de 1948 ya había cumplido los 13. Me viene a la mente el comportamiento  de mi papá, quien nunca se animaba a votar, porque decía que los presidentes de la nación, los alcaldes, los concejales y todos los que vivían de la política, solo buscaban esos puestos para enriquecerse.

«Con ese fin hacían cualquier cosa. Para ingresar en el hospital civil de Holguín a una de mis hermanas que sufrió apendicitis, el representante de uno de aquellos políticos exigió todas las cédulas electorales de nuestra familia. Papá no aceptó y prefirió pagar una clínica privada con el dinero hecho a toda prisa con la venta de unas vacas.

Al depositar la boleta en las urnas se respalda el proceso que entre todos construimos desde 1959.Foto: Romero Cruz, Yusmary

«En aquellos tiempos no se respetaba lo que se consideraba democracia. En 1952, cuando yo había cumplido los 17 años, Fulgencio Batista propinó un golpe de Estado. Mi papá me dijo: Ahora el país se pondrá más malo. Y tuvo razón.

«Todo cambió con el triunfo de Fidel. Hoy también voté por él», expresó.

LOS QUE HAN VISTO CRECER NUESTRO SISTEMA ELECTORAL

Pacheco (Israel Santiago Romero Llanes) y Caridad Rodríguez García, su esposa, este domingo salieron de la casa cogidos de la mano, como suelen hacerlo desde hace 50 años, pero esta vez se dirigieron a la urna del colegio electoral número 1, de la circunscripción 8, perteneciente al consejo popular Pedro Martínez Brito, en Ciego de Ávila, donde ejercieron el voto.

Fuimos a las urnas porque Cuba necesita de la unidad de todos y hay que votar por el relevo de la Revolución que salvó a muchos del analfabetismo, de la pobreza extrema, y a la que tanto hemos defendido a lo largo de estos años, explicó Pacheco, de 84 años.

Miguel Cañellas Pomares, un elector cienfueguero, ejerció su derecho al voto en su propia casa, donde la presidenta del colegio electoral y una pionera le llevaron las boletas del sufragio.

Cañellas comentó a Granma que no pudo caminar hasta el colegio porque fue operado de una fractura de cadera; de lo contrario, con sus 80 años cumplidos, hubiera amanecido en el lugar lo cual siempre fue característico en su actitud.

«Votar por Cuba es votar por nuestra historia, por los padres fundadores, por el ideal histórico de soberanía e independencia, es votar por la continuidad de la Revolución y por este gran pueblo», aseguró.

Magalys Hernández, de 78 años de edad, también ejerció el derecho al voto desde la comodidad de su casa en Mayabeque. Las fuerzas de sus piernas ya no alcanzan para llegar hasta el Centro Mixto Alberto Monté Gil, donde está ubicado el colegio electoral 1 de la circunscripción 11 en el consejo popular Guara, de Melena del Sur, pero eso no impidió su participación en los comicios electorales de este domingo.

Una pionera acompañada por Consuelo García Fajardo, integrante de la mesa electoral, llevaba en su poder las boletas para que Magaly, desde su hogar, pudiera efectuar el sufragio. En acto secreto la anciana ejerció su derecho, dobló las boletas y las guardó en un sobre, para después depositarlas en las urnas por quienes hacían la visita en su hogar.

Como Magalys, otros electores de esta área tuvieron la posibilidad de ejercer el voto en sus viviendas, pues sus condiciones de salud les impiden caminar,  pero no decir Sí por Cuba y la Revolución.

Para Heriberto Sosa Casanova, matancero de 72 años, las elecciones de este domingo son de mucha trascendencia para el país, muy necesarias para afianzar la unidad.

«Estos son otros tiempos, pero igual debemos acudir a las enseñanzas del líder histórico de la Revolución Cubana para saber que también hoy cuando elegimos a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular y los delegados a las provinciales estamos votando por Cuba y por el presente y futuro del socialismo», comentó.

Claro está, agregó Sosa, «es también un voto por Fidel, quien el domingo 30 de junio de 1974 vino hasta Matanzas para apreciar el desenvolvimiento de los primeros comicios verdaderamente democráticos en Cuba, las elecciones más puras en la historia de nuestro país, cuando se puso en práctica la experiencia del Poder Popular, nueva forma de gobierno que luego se implantó en todo el país».

Desde Sancti Spíritus, Pedro Iglesias Marrero, presidente de la comisión electoral del municipio cabecera de Sancti Spíritus, cuenta con más de 30 años vinculado a la realización de las elecciones en Cuba,  reconoció haber visto crecer «nuestro sistema electoral, en el que comenzamos con teletipos y ya lo tenemos todo digitalizado», y se declara «enamorado de una tarea que en lo personal me ha aportado mucha experiencia durante todos estos años».

UNA HISTORIA DE CONSTITUCIONALISMO, LIBERTAD Y JUSTICIA

Tras ejercer el sufragio en uno de los colegios del reparto Los Coquitos, en la provincia de Camagüey, Fernando Crespo Baró, especialista de la Dirección de investigaciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, hizo pública su voluntad como elector:

«Acabo de votar por todos los candidatos pues, más que la simpatía por alguien en específico, siento que lo he hecho por Cuba y su democracia, por la continuidad de una Revolución que pronto cumplirá 150 años de iniciada.

«Ese fue el legado, precisó, que nos dejaron, desde Guáimaro, los diputados Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte Loynaz y Miguel Jerónimo Gutiérrez. Tenemos toda una historia de constitucionalismo, de libertad y de justicia».

Aseguró el miembro de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana que los candidatos cuentan con un aval político, revolucionario, patriótico, de honradez y decencia muy alto, y en ellos el pueblo deposita hoy su confianza.

«Este, afirmó, es un proceso legítimo. Voté por el catedrático y el profesor universitario, por el obrero y el campesino, por el dirigente y el ama de casa, por el médico y el deportista. Todos con méritos y voluntad para hacer avanzar nuestro país».

Expresó Crespo Baró que «Cuba ha alcanzado una altura democrática extraordinaria, pero no estamos conformes, habrá que trabajar para que el ciudadano participe mucho más, con su aporte directo y su pensamiento, en la construcción de una Patria mejor».

«Ese necesario perfeccionamiento, aclaró, lo asumiremos nosotros mismos. Nadie puede venir a darnos lecciones de democracia: politiquería, demagogia, fraudes, urnas custodiadas por armas largas… Esa que nos venden, hace mucho que la conocemos».

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