El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, encabezó este sábado un importante encuentro de trabajo con los miembros de las Juntas de Gobierno y las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial, en el que se analizaron, entre otros temas, el comportamiento estimado de la economía cubana para lo que resta de año y las directivas que regirán el Plan 2019, asuntos en los cuales el sector empresarial juega un rol decisivo.
En la cita, que estuvo presidida también por el segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, y en la que participaron vicepresidentes del Consejo de Estado y de Ministros, ministros y miembros del Secretariado del Comité Central, se destacó el papel fundamental de las Juntas de Gobierno en el perfeccionamiento del sistema empresarial cubano, al constituir órganos de dirección colectiva que representan los intereses del Estado en el control de la gestión empresarial estatal.
Durante el primer punto de la agenda, el titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, se refirió a la ejecución del Plan 2018, en el cual se mantiene una tensa situación al no cumplirse los ingresos planificados, con la consecuente afectación en los arribos de materias primas, equipos e insumos; precisó que a ello se suman los daños ocasionados por varios eventos climatológicos en el periodo
Esta coyuntura, como anunció el Presidente cubano en la más reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, ha obligado a adoptar en el segundo semestre medidas adicionales de control en los principales aseguramientos del Plan 2018, dirigidas a trabajar con mayor precisión las decisiones sobre las importaciones y otros gastos en divisa.
Se reiteró que no se renuncia al cumplimiento de los principales objetivos expresados en el Plan 2018, sobre todo los vinculados con garantizar los servicios básicos a la población y el desarrollo del país; asimismo, se redoblan los esfuerzos para culminar el año sin déficit. Con ese fin, se ha orientado el trabajo hacia un estricto control y uso racional de los recursos.
Sobre la elaboración del Plan para el 2019 se especificó que parte de bases sólidas y realizables, por lo cual se calificó de realista y cumplible. Todo esto sin detener, en lo posible, los programas de desarrollo emprendidos en la nación.
En otro punto, Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión para la Implementación y Desarrollo, explicó los estudios que se vienen haciendo como parte del proceso de reordenamiento monetario, su importancia para nuestra economía y el papel que en él deberá desempeñar el sector empresarial.
Los dos últimos temas estuvieron dedicados a las principales insuficiencias que se presentan actualmente en la aplicación de la política de cuadros, sobre todo en aspectos claves como la selección y el comportamiento ético.
Al realizar las conclusiones, el Presidente cubano compartió un conjunto de conceptos que deberán regir el quehacer del Gobierno. Entre ellos puntualizó la sistematización de espacios amplios para el debate de asuntos económicos que privilegien la inteligencia colectiva; el fortalecimiento del papel de las Juntas de Gobierno en el trabajo con las OSDE; lo estratégico de la inversión extranjera para el desarrollo del país; y la estrecha y directa relación entre el nivel central y las provincias.
Igualmente mencionó la necesidad de una constante preparación, con audacia e inteligencia, siempre para la peor de las situaciones; la planificación precisa de todos los recursos con que cuenta el país; la utilización de la ciencia como vía esencial para la solución de los problemas; así como la combatividad ante las dificultades y no su contemplación.
Díaz-Canel se refirió también a la sensibilidad que deben tener los cuadros con los problemas de la población, al ejemplo personal de cada uno de ellos, a la exigencia ante lo mal hecho, al vínculo constante y necesario de los jefes con la base y a la cultura del detalle para que el ambiente de los centros laborales inspire voluntad de trabajar.
El mandatario insistió en que los cuadros principales tienen que estar presentes en los lugares donde los problemas sean más complejos, no puede haber espacio para el silencio administrativo y hay que dar respuestas a los planteamientos de la población.
Los que nos toca ahora, dijo, es salir a hacer y a trabajar. Se avecinan importantes tareas como parte del avance de la actualización de nuestro modelo económico y social, que exigen preparación, rigor y responsabilidad.
Nos pueden faltar recursos materiales, pero lo que nunca podrá faltar es la moral, concluyó.