La firma de contabilidad Mazars informó la víspera que ya no podía responder por los estados financieros que preparó para la Organización Trump tras las acusaciones del fiscal general de Nueva York, Letitia James, de que la empresa había estado falseando fraudulentamente el valor de sus activos, indicó el diario The Hill.
En una carta que fue presentada en nuevos archivos judiciales el lunes, William Kelly, el consejero general de la firma comunicó al cliente que terminaría su relación comercial y la compañía del expresidente debería informar a cualquier receptor de los estados financieros que ya no se puede confiar en ellos.
«Le escribimos para informarle de que los Estados Financieros de Donald J. Trump para los años que terminan el 30 de junio de 2011 – 30 de junio de 2020, ya no deben ser confiables y usted debe informar a cualquier destinatario de los mismos que actualmente está confiando en uno o más de esos documentos que esos documentos no deben ser confiables», apuntó.
Mas delante en su misiva el directivo aconsejo que «no seguir confiando en esos estados financieros es apropiado», luego que James aseveró hace un mes que su oficina encontró pruebas adicionales significativas de que la Organización Trump utilizó valoraciones de activos fraudulentas o engañosas para obtener una serie de beneficios económicos, incluyendo préstamos, cobertura de seguros y deducciones fiscales.
Mientras el diario The New York Times comentó que la decisión de Mazars se produce en medio de investigaciones penales y civiles sobre si Trump infló ilegalmente el valor de sus activos.
En la actualidad las declaraciones que el exmandatario utilizó para garantizar los préstamos, están en el centro de las dos investigaciones de la aplicación de la ley sobre si este exageró el valor de sus propiedades para defraudar a sus prestamistas para que le proporcionaran las mejores condiciones de préstamo posibles.
La acción de la firma contable es la última de una larga lista de empresas que rompieron con él en el último año, siguiendo el camino de varios bancos, aseguradoras y abogados, y pudiera abrir nuevos escrutinios de sus finanzas y si existe evasión fiscal, estimaron expertos legales.
La fiscal neoyorquina desarrolla una investigación civil contra el magnate y su empresa familiar, mientras la oficina del fiscal del distrito de Manhattan avanza una investigación criminal por separado, con la ayuda de los abogados de la oficina de James.
Mediante la investigación civil, no se pueden presentar cargos penales pero si la fiscal pudiera tratar de cerrar ciertos aspectos de los negocios de Trump en Nueva York, valoró el Times en su análisis.
