Ernesto Guevara de la Serna, ejemplo de hombre íntegro, honesto, revolucionario y también de acción, dio muestras de estas y otras virtudes en cada una de las visitas que realizó a San José de las Lajas, capital de Mayabeque.
El Che, como nuestro pueblo lo nombra, de paso por esta municipalidad compartió con obreros de varias empresas del territorio, la Cerámica Blanca “Adalberto Vidal Valdez”, las productoras de Vidrio, Aluminio, Cables y Conductores Eléctricos “Conrado Benítez” y la ya desaparecida Fundición “Pablo Valdespino”.
En esos encuentros intercambió saberes y experiencias con los trabajadores, siempre de manera respetuosa y afable les ofreció los consejos oportunos para mejorar los procesos productivos y de esa misma manera recibió los razonamientos de los laboriosos al debatir sobre diferentes temas.
Para muchos de esos lajeros que tuvieron la oportunidad de compartir con ese extraordinario combatiente, estadista, escritor y médico argentino – cubano, esa fue una experiencia única, que han compartido con sus hijos, nietos y otros familiares.
Ernesto Guevara en algunos de esos recorridos participó en jornadas laborales voluntarias, reafirmando con su trabajo que la “Mejor manera de decir es hacer”, además dio muestra de sus habilidades al realizar labores con la misma agilidad y destreza que los obreros más experimentado.
En cada una de esas empresas existen evidencias de su visita, pero su mayor legado esta en los jóvenes; ellos continúan edificando el futuro, reafirman su compromiso con la Revolución y transitan por ese sendero abonado con sus virtudes las que constituyen hoy un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones.