Cuando parecía que toda era cuestión de tiempo para dar la estocada final a la Covid-19 en Cuba por la disminución de los casos positivos de la enfermedad, un rebrote de esta pone en vilo nuevamente a todo el sistema de salud en la isla.
Atrás queda la esperanza de regresar a la tan esperada normalidad o nueva normalidad, etapa en la que el retorno a las actividades habituales se acercará a la de los meses precedentes a la pandemia.
El aumento de pacientes contagiados con el SARS- CoV- 2, dispara las alarmas, y obliga a la toma de medidas más severas para detener la propagación de la pandemia. El tan alertado rebrote, de incumplirse las medidas higiénico – sanitarias se adueñó del escenario en varios municipios del país.
No por falta de consejos ha cobrado nuevos espacios en Cuba la tan peligrosa enfermedad, más bien pienso que la clave de que hoy no disfrutemos de éxito en su contención es el no escuchar consejos.
Oídos sordos, de no pocas personas, dentro y fuera del territorio echan por tierra la labor de los profesionales de la salud y de otro grupo de trabajadores, no menos importante, de transporte, comercio y gastronomía, la Policía Nacional Revolucionaria y muchos más.
La indisciplina es hoy factor que incide en la propagación de esta enfermedad, hecho que revela el número elevado de contactos directos de cada caso confirmado, en una etapa en que visitas, contacto físico y actividades sociales han quedado pospuestas.
Niños jugando en las calles, personas desprotegidas transitando a libre voluntad, así como el incumpliendo de otras medidas higiénico – sanitarias son muestra cada día de la indolencia de muchos ante el peligro real de dañar la salud propia y la de sus semejantes.
Somos un país con un Sistema Social que no deja desamparada a persona alguna y con servicios de Salud Pública de lujo, por la alta preparación de sus profesionales y su calidad humana, requisitos con los que vence la carencia de recursos materiales, de la que no está ajeno ningún cubano.
Es hora de poner coto a la indisciplina si queremos ganar la batalla contra este enemigo invisible. Hagámoslo por nosotros, por las personas que arriesgan su vida cada jornada por salvar la de sus semejantes y por el futuro de la especie humana.