Las calles en San José de las Lajas un poco vacías. No se escucha música alta donde vivo. Tampoco la algarabía de niños. Hace días no oigo a mi vecina más cercana llamar a toda voz Ernestooooooo, para marcar el inicio de la hora de las tareas de su hijo, tras el juego con los amiguitos del barrio.
Los días son diferentes aquí. Dos horas nos descubren ante un mismo propósito. A las 11 de la mañana, hasta hace unos días, con la Conferencia de Prensa y el doctor Francisco Durán, y a las 9 de la noche, con los aplausos a los profesionales de la salud. Ahora el encuentro con el galeno es a las 9 de la mañana, y será igual, estaremos todos pendientes de las noticias, y en la noche de los aplausos.
Las colas siguen fijas. “Coleros y colados” ratifican que desafían todo, para estar ante lo que se va a vender, sea lo que sea. Andan con Nasobucos, pero eso no lo es todo, no siempre guardan la debida distancia y eso sabemos es pésimo.
A diario tocan a nuestras puertas para el pesquisaje. Son jóvenes con batas blancas, a los cuales respondemos cada pregunta que indaga sobre síntomas y cualquier anomalía que pueda convertirse en sospecha del virus.
Los días son diferentes aquí, es cierto. El Consejo de Defensa se mantiene en vilo, los trabajadores de la salud también, cada quien en sus tareas, cada quien empeñado en cumplir lo mejor posible para volver a la normalidad.
Tiempo diferente, amenaza de un virus, ingenuidad e indisciplina de algunos, voluntad de mayorías para frenar el letal acoso de la Covid-19. Tiempo diferente que clama por la sensatez, por la unidad e inteligencia para un combate desigual, en el que la precaución y el cumplimiento de cada medida son hoy la más oportuna vacuna para garantizar la vida.
Los días son diferentes aquí, apartados de las rutinas, de algunas costumbres, ávidos de abrazos y besos. En todos queda una huella, esa que multiplica el esfuerzo de los trabajadores de la salud por reducir la letalidad, esa que sabe de la voluntad de los hacedores de distintos servicios para que de este combate obtengamos la victoria.
