Los encuentros muchas veces son puras reuniones. A una le invitan y cree saber lo que sucederá, pero, no siempre es igual y de ello anuda razones el suscitado este jueves entre Teresa Amarelle Boué, Secretaria General de la Federación de Mujeres Cubanas, (FMC), veteranas de la organización femenina, dirigentes de la base y estudiantes de San José de las Lajas.
La sala del Museo de la localidad acogió la cita que sobrepasó formalidades para resultar un diálogo interesante, en el que las más jóvenes inicialmente respondían con monosílabos, pero, de a poquito, el curso de los temas propició sonrisas y pareceres.
Sobre el Yeti, preguntó Amarelle Boué, y todas coincidieron en las consecuencias de las malas decisiones y lo letal que resultan las adicciones, sí, porque además de hablar de la FMC, de la historicidad de la organización se habló de la telenovela, de gustos, de la celebración de los 15, de la mirada al hogar y la responsabilidad, de Ana Betancourt y su trascendencia emancipadora.
Y las fundadoras hablaron de sus vivencias, de cómo algunas parieron en sus hogares, de cómo se insertaron en la sociedad y también del momento en que conocieron sobre la Federación que agruparía a las mujeres cubanas.
De valores se habló, de la solidaridad, de la importancia de no perder la ternura y ser buenos seres humanos, y no fue teque, la espontaneidad estuvo marcando espacios, porque un encuentro, más allá de su objetivo específico es un motivo para dar riendas a los pensamientos, para aunar ideas y develar apreciaciones.
El de este jueves fue un encuentro sugerente que dejó enseñanzas, no pueden estar distantes las generaciones, es preciso saber que siempre puede haber un punto de encuentro, basta detenerse en el tiempo, las razones y los intereses de unos y otros, en ello está la clave para marcar la diferencia y hacer de esas citas espacios interesantes.
