Se avecina un nuevo curso escolar y desde ya se ultiman detalles para que sea óptimo, más allá de lo que pueda parecer una utopía es razón para cultivar el saber, con calidad y pasión.
El curso 2023-2024 será el primero, después de la etapa de pandemia, tendrá una extensión de 46 semanas y se acercará más a los que tradicionalmente se realizaban con presencialidad total.
La provincia Mayabeque está entre los territorios del país que tienen una situación compleja con las fueras docentes por lo que corresponde seguir tras alternativas que solucionen ese problema.
Quienes profesen el magisterio deben por encima de todo amar la profesión, de ahí que desde mi punto de vista queda mucho por trabajar en la formación vocacional y en la dignificación del maestro, pues se trata de una profesión marcada por el éxodo y no es algo nuevo.
El periodo lectivo que iniciará en septiembre venidero, es todo un desafío, en medio de la situación económica que vive el país, precisa de mucha consagración, de poner el extra en cada jornada, pues cada una será decisora en ese aporte urgente y vital para la formación de un mejor ciudadano.
La calidad es clave, ha de ser el imán para que cada educando interiorice que más que el deber de estudiar es desde ya la definición de su futuro, es la vía, para junto al accionar de la familia, lo arropen como una persona de bien.
El mejor país que queremos y merecemos tiene mucho que ver con la educación, con la integralidad de los estudiantes hoy, obreros, técnicos y profesionales mañana.
La serie televisiva Calendario, mostró parte de la realidad de nuestro sistema educacional, los capítulos mostraron lo que sucede en cualquier escuela del país, en cualquier familia cubana, pero también mostró a una educadora cuya pasión por su oficio despertó la esperanza en lo que aún se puede hacer en un aula y fuera de ella por la enseñanza.
Queda mucho por hacer, ahora corresponde apoyar desde el primer día a quienes tendrán sobre sí la responsabilidad de conducir el nuevo curso escolar, devenido un gran reto pero, no habitan los imposibles cuando la unidad, la convicción y el amor se alían para fraguar una buena obra.
