La Habana, 4 nov (RHC) Decenas de niños en Cuba son diagnosticados con Retinopatía de la Prematuridad, y en la actualidad se hace imposible adquirir la tecnología necesaria para atenderlos a causa del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos.
Ellos corren el riesgo de quedar ciegos por no poderse comprar el Sistema de Láser modelo IQ 577, de la empresa estadounidense IRIDEX CORPORATION, destinado al tratamiento de afecciones de retina y glaucoma.
De igual modo, el informe titulado «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», precisa que los niños que padecen de atrofia espinal infantil podrían aspirar a una mayor calidad y esperanza de vida, si Cuba pudiera acceder al medicamento Nusinersen.
El fármaco es producido únicamente por la empresa multinacional estadounidense BIOGEN y el mismo demostró ser efectivo para mantener con vida a más de la mitad de los infantes que padecen esta enfermedad mortal.
Según el documento, ocho niños cubanos con distintos tipos de cáncer no pudieron recibir el tratamiento quimioterápico más idóneo para su enfermedad, y debieron recurrir a protocolos de segunda línea, debido a las dificultades para acceder a fármacos como la Actinomicina D, Ifosfamida y Procarbazina.
Los infantes con afecciones cardiovasculares no pueden utilizar materiales biológicos de implante cardiaco, como las válvulas cardiacas biológicas de fabricación estadounidense.
Esta situación obliga a usar válvulas mecánicas, que requieren un tratamiento con anticoagulantes y exponen a los pacientes a mayores complicaciones.
«Niños recién nacidos y de bajo peso al nacer tienen que ser sometidos a cirugías complicadas, al no disponerse de dispositivos imprescindibles, como catéteres de muy bajo perfil, comercializados por firmas estadounidenses como NUMED, BOSTON SCIENTIFIC, COOK», subraya el texto.
El sector de la salud continúa siendo uno de los más castigados por el bloqueo, solo en los primeros siete meses del 2021, esta política causó pérdidas por un valor de 113 millones 498 mil 300 dólares.
Esta política hostil que ya rebasa los 60 años, contó la víspera en la Asamblea General de Naciones Unidas con 185 votos a favor de que sea eliminada. (Fuente/PL)