La medida de distanciamiento físico es, sin dudas, de las más efectivas para evitar la transmisión del Sars Cov 2; cuestión que se ha reiterado constantemente desde el inicio de la pandemia del Coronavirus y que por consiguiente precisa de todas las condiciones para evitar aglomeraciones innecesarias.
En este sentido las instituciones tienen una responsabilidad importante, por supuesto siempre apelando a la disciplina de la población. Sin embargo en San José de las Lajas no siempre se cumple con estos principios, lo cual propicia un peligro potencial de contagio.
La bodega “El detalle”, por citar un ejemplo, funciona de siete a once de la mañana, cumpliendo con lo instaurado para los establecimientos de su tipo en el municipio y en respuesta a la restricción de movimiento. Estas medida a mi juicio son correctas, pero por otro lado no pocas ocasiones el pan de la canasta básica llega pasadas las 10 de la mañana.
A este centro pertenecen más de 600 núcleos y es imposible evitar una cola inmensa cada vez que existe atraso con la entrega del pan. Cuando ocurre esta situación en apenas una hora los trabajadores deben atender a la extensa población, se llena de personas el pequeño portal de la bodega y el peligro de propagación de la Covid 19 se dispara a niveles insospechados.
No estamos a espaldas de las dificultades que afronta la Unidad Básica de Alimentos y Producciones Varias en la elaboración del pan normado, no obstante se necesitan soluciones inmediatas dado el contexto epidemiológico que hoy vive la capital de Mayabeque.
Tal vez sea factible extender el horario de atención los días de atraso o realizar esfuerzo mayores por entregar el pan temprano a las bodegas, lo que me parece inadmisible es el riesgo que corren las familias en estas largas colas. La disciplina y la responsabilidad tienen que ser compartidas, no podemos solamente exigirle a la población, es imprescindible predicar con el ejemplo.
