José Martí.
Ángela y Lourdes son dos abuelitas que encontraron en las nuevas tecnologías una nueva motivación para sentirse realizadas.
En los Joven Clubes de San José de las Lajas estas dos octogenarias gracias a los cursos de formación, eventos y actividades dirigidas a este grupo etario mantienen una vida activa física, mental y social.
Esta experiencia para ellas es todo un reto, la misma les ha permitido entender el lenguaje que generan las nuevas tecnologías y adentrase en el mundo que le toca vivir a sus nietos, además pueden combatir esa tendencia a la inercia y a la pasividad.
En mi opinión la experiencia de trabajo con personas de la tercera edad es uno de los servicios que produce mayor satisfacción no solo a quien lo recibe sino a quienes lo brindan, pues son privilegiados al poder nutrirse también de las experiencias y el saber acumulado por aquellos que llevan consigo muchos años de vida.
En Cuba las personas de la tercera edad aprovechan al máximo todas esas oportunidades para continuar con el aprendizaje y fortalecer sus capacidades físicas y mentales.
No cabe duda que si la nueva generación día a día rediseña su papel en la sociedad, los adultos mayores reafirman sus funciones con gran optimismo.