Cada año que pasa Cuba se registra mayor número de accidentes de tránsito. Entre las principales causas de accidentalidad aparecen el no atender el control del vehículo, el exceso de velocidad, irrespeto al derecho de vía, adelantar de forma indebida, los defectos técnicos y el no respetar la señalización del semáforo.
A ello se suman las violaciones que a diario comenten los peatones. Otro de los mayores peligros a nivel de país continúa siendo la ingestión de bebidas alcohólicas y me detengo aquí pues pienso que eliminar este flagelo pueden contribuir la familia, y las instituciones educativas en aras de impedir tales conductas.
Para la educación vial de las nuevas generaciones resultan muy importantes los círculos de interés donde los niños aprenden sobre el significado de las señales, la velocidad con la que se debe conducir en las diferentes rutas, los requisitos para que un vehículo transite, entre otros conocimientos teóricos y se despierta en ellos el sentido de la responsabilidad y el bienestar colectivo, a partir del correcto comportamiento individual en la vía.
En esta labor educativa es factible aprovechar la motivación que sienten los pequeños por las motocicletas, por la figura de la autoridad policial, por las ceremonias de salida de las patrullas y la motorizada para que conozcan un poco de esta profesión y crezca su interés vocacional por esa línea de trabajo.
La Ley 109, Código de Seguridad Vial, es otra de las materias que se deben estudiar en los círculos de interés, para que puedan comprender los beneficios que trae en comparación con la ley anterior y compartir lo que aprendan sobre ella con sus amigos y familiares.
El instrumento legal vigente en la mayor de las Antillas desde el 16 de marzo de 2011, en su implementación persigue continuar promoviendo la actuación responsable de la ciudadanía pues los accidentes es una de las principales causa de muerte de las personas socialmente útiles.
Trabajar con los niños en edades tempranas garantiza mayores posibilidades de que sea correcto su futuro comportamiento en la vía pública y contribuyan a que los adultos no cometan infracciones al volante, situación que causa importantes daños humanos y materiales.