Agrónomos, técnicos, productores e investigadores se dieron cita por estos días en el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), el que fue sede de un taller sobre plantas medicinales, ideal evento para identificar y conocer el potencial terapéutico de numerosas especies que componen la flora cubana.
Desde tiempos ancestrales el hombre ha creado las condiciones para vivir mejor, atenuar enfermedades y mejorar la calidad de vida, exteriorizando numerosas plantas y su uso para diversas afecciones y síntomas.
Emprendiendo el camino hacia el rescate de los tesoros que nos brinda nuestra isla se dio inicio el encuentro.
El Doctor Pavel García, especialista en medicina tradicional, mostró a través de la conferencia “Especies medicinales de interés para el aseguramiento médico en situaciones de contingencia”, sus experiencias en comunidades indígenas venezolanas en el Delta Orinoco, los que con sus propios recursos solventaban numerosas enfermedades.
Comentó además las múltiples afecciones que pueden ser tratadas con las plantas medicinales existentes en nuestro país como la moringa, gandul, verbena, manzanilla, granada, menta, ajo y la cúrcuma
El ingeniero Zoilo Terán profundizó mediante su conferencia “Manejo agronómico de las plantas medicinales” en la necesidad de cultivar aquellas plantas olvidadas en nuestra nación y famosas en otras tierras como Ecuador, Bolivia, México y Venezuela. Incluyó la quinua, stevia y la flor de Jamaica, protagonista de la jornada, al permitirnos degustar un delicioso té a los presentes.
Descubrir que con granada y romero podemos adelgazar, que con la flor de moringa, no en balde denominada “flor del stress” podemos sedarnos sin dormirnos, que una infusión de manzanilla alivia el dolor de cabeza, son saberes que nos llevan a tocar con nuestras manos el inmenso caudal que nos brinda el entorno para dar solución a nuestros problemas de salud.
Extender estos cultivos en la provincia y Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y promover la importancia de profundizar en esta ciencia para asegurar la consecutividad se ubicaron entre los aspectos a los que se comprometieron los asistentes al taller, consientes de las palabras de nuestro Apóstol Jose Martí; “el único camino abierto a la prosperidad constante es el de conocer, cultivar y aprovechar los elementos inagotables del naturaleza”.
