El cambio climático ha alterado significativamente las temperaturas en todo el planeta, llevando a veranos más calurosos y extremos.
Este aumento en la temperatura no solo afecta nuestro entorno, sino que también tiene un impacto directo en nuestra salud.
Por ello, es necesario prestar especial atención a la protección contra la exposición al sol y mantenernos hidratados durante los meses de calor.
En un país tropical como Cuba, donde las temperaturas son bien elevadas durante gran parte del año, es fundamental extremar las medidas para protegernos del sol.
Al ir a la playa o participar en paseos al aire libre, debemos aplicar un protector solar, es recomendable además usar ropa ligera y de manga larga, así como gafas de sol que filtren los rayos UV, y resguardarnos a la sombra en los horarios pico de sol, entre otras muchas medidas.
Llevar siempre agua ayudará a prevenir la deshidratación y a disfrutar de un día al aire libre sin riesgos para la salud.
Cuidar de nuestra salud durante el verano se convierte en una responsabilidad compartida, donde cada uno de nosotros puede tomar acciones simples pero efectivas para disfrutar de la temporada de manera segura.
