Perseverancia  y apego en el arte de enseñar

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Licenciado en Geografía , profesor de esta asignatura en la escuela mixta Enrique Hart Dávalos de San José de las Lajas, José Luis Quintero Blanco, imparte clases  a estudiantes de noveno grado , trayendo al aula montañas y ríos, estaciones del año y fenómenos atmosféricos  en voz de  su  talento magistral, el cual  se hace  acompañar de la descripción, dibujando en escenarios imaginarios láminas  instantáneas que quedan archivadas por siempre  en la mente  de sus discípulos.

El empleo de métodos novedosos caracteriza a este educador lajero que por más de cuarenta cursos, instruye   a pioneras y pioneros acerca del planeta Tierra como parte del universo, demostrándoles que el cuidado de nuestro entorno natural garantiza el conocimiento de la historia a las futuras generaciones y su hábitat de supervivencia.

Transmitir la preferencia por carreras pedagógicas al alumnado es un arte para Quintero Blanco, quien con orgullo e intensa  luz en las pupilas, cuenta a las muchachas y muchachos de sus años mozas en el Instituto Pedagógico Enrique José Varona de ciudad de la Habana, terminando siempre cada  anécdota  con una frase   que pronuncia entre sonrisas: “y me hice  maestro que  es hacerse  creador “

La familia para José como muchos lo llaman es  tesoro infinito, por eso  con extremo entendimiento  comparte  tiempo, de manera tal que el amor no le falte,  sin dejar de dedicar empeños y  afecto a quienes irradia saberes, retribuyéndole satisfacción y gozo . Su esposa Iluminada Padrón Pérez, mimada con el seudónimo de Cusi le inspira la esperanza y los deseos de mantenerse activo y de acometer cada jornada con el mismo entusiasmo del primer día.

Cuentan sus  compañeros que  a José Luis no le falta jamás  el entusiasmo ni el deseo de enseñar, pues la escuela es para él morada dichosa donde le nacen los mejores sentimientos y el amor intenso por el ser humano.

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