Muchas son las generaciones de lajeras y lajeros que han elegido el magisterio como profesión. Orgullosos han ofrecido los mejores años de sus vidas al arte de enseñar, y aún desde la longevidad continúan proyectando sus días hacia las aulas, dispuestos a dejar el caudal de saberes y experiencias acumuladas a los nuevos exponentes de beatitud que se asumen la sagrada responsabilidad de instruir; razón por la cual los versados del sector se sensibilizan con el principio, de que el docente como parte importante del proceso de enseñanza y aprendizaje juega un rol protagónico en la formación y desarrollo de disciplina positiva. En este sentido refieren las competencias y los conocimientos que cada instructivo debe poseer, en relación a las conductas manifiestas de los seres humanos en cada una de las etapas del ciclo vital.
Teniendo en cuenta esta realidad la máxima Dirección de Educación en San José de las Lajas, capital de la provincia Mayabeque organiza encuentros metodológicos a través de los cuales, reafirma que el maestro debe conocer y emplear las herramientas necesarias para poder elaborar y aplicar estrategias educativas pertinentes dirigidas a la prevención o disminución de la indisciplina en los planteles docentes en la localidad.
Reseñando el tema, directivos del sector hacen alusión en los talleres simultáneos participativos a las regulaciones establecidas por el Sistema Educativo Cubano a través de la Ley General de Educación 66/97, la cual instaura la estructura organizativa atendiendo a la edad que posee el individuo, esto le da al pedagogo la oportunidad de planificar de acuerdo al nivel, grado de los alumnos, percatándose de que ciertas conductas no son indisciplinas, sino un comportamiento propio en correspondencia con sus años de vida
Formar a personas correctas e integrales constituye un reto para la educación en Mayabeque, para ello se aúnan esfuerzos para que desde las principales instituciones formativas y educativas que es la familia y la escuela, los menores puedan ir adoptando una cultura de paz y tolerancia y que a su vez la escuela como institución educativa juegue su mejor rol a través de docentes competentes y con una aptitud resuelta antes cualquier eventualidad.
La sociedad aclama por preceptores capaces activos y vinculados a la panorámica tanto nacional como internacional que describe la educación en el planeta, de forma tal que tome lo mejor y transmita los resultados de su formación a aquellas naciones que requieren de asistencia solidaria, en la vocación de brindar sapiencia al prójimo.
