La Habana, 9 may (RHC) El papa León XIV, primer pontífice estadounidense, ligado a Latinoamérica por su larga labor misionera en Perú, se presentó ante el mundo en la noche del 8 de mayo último con un llamado a la unidad y la paz.
Es también la primera vez que la Iglesia católica tiene como líder a un miembro de la orden fraternal de San Agustín, caracterizada por la importancia que concede a los valores de la persona y al trabajo por la comunidad, algo que resaltó en su primera bendición Urbi et Orbi el nuevo obispo de Roma, cuyo nombre secular es Robert Francis Prevost.
¡La paz sea con todos ustedes!, fueron sus primeras palabras, y acentuó que “yo también quisiera que este saludo de paz entrara en sus corazones, que llegara a sus familias, a todas las personas, dondequiera que estén, a todos los pueblos, a toda la tierra”.
Rindió tributo a su antecesor Francisco, a quien conoció desde los tiempos en que Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires, y recordó que el día antes de su muerte, el pasado 21 de abril, el papa argentino “dio su bendición al mundo, al mundo entero, aquella mañana de Pascua”, con un llamado a la hermandad entre los pueblos.
Ayúdennos también a construir puentes, mediante el diálogo y el encuentro, uniéndonos a todos para ser un solo pueblo, siempre en paz. ¡Gracias, Papa Francisco!, dijo León XIV en su primera bendición Urbi et Orbi.
León XIV tiene ante sí la colosal tarea de liderar la Iglesia católica con humildad, humanidad y sabiduría, como lo hizo su antecesor, en la búsqueda de la paz y fraternidad universal a las que llamó el papa Francisco un día antes de su muerte, en su último mensaje al mundo. (Prensa Latina)