Hoy Santiago de Cuba recibe a un hijo pródigo. La tierra del Moncada acogerá para su reposo eterno a Fidel a quien Cuba entre ha rendido tributo.
En esa ciudad heroica fue emblemático cuando en 1960 el cuartel Moncada comienza a funcionar oficialmente como Centro Escolar. Eran las 10 de la mañana del día 28 de enero, cuando en el terreno del antiguo polígono colmado de niños uniformados y con boinas rojas o azules, acompañados de sus familiares y pueblo en general, aparecieron helicópteros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y lanzaron rosas blancas y rojas a los presentes.
De inmediato se procedió a la entrega formal al Ministerio de Educación del fortín convertido en unidad docente. En el acto el Comandante en Jefe Fidel expresó «…este edificio no lo necesitamos para fortaleza. Antes necesitaban una fortaleza para defenderse del pueblo; y ahora, cuando el pueblo es el que defiende la Revolución, no necesitamos fortalezas. Como lo que necesitamos son escuelas, pues, por eso nosotros estamos convirtiendo todas las fortalezas en escuelas…»
Las palabras del líder histórico de la Revolución cubana cobran vida desde entonces en cada generación de niñas y niños que se forman en cada plantel docente situado a todo lo largo y ancho del país, las paredes del Moncada baleadas y convertidas en estandarte de lucha, se yerguen en el quehacer cotidiano de nuestros maestros, formando los nuevos soldados de la Patria bajo el augurio de libertad plena que primó en la legendaria proeza
Pioneros moncadistas toman por asalto cada día, atrapando con sus sublimes sueños el mañana, fragua de valores que hace crecer la confianza en el hombre nuevo. Como confirmara Fidel en el aquella eminente ceremonia «… no tomamos la fortaleza el 26 de Julio, ni la tomamos el día Primero de Enero, hoy la hemos convertido en un centro de enseñanza, hoy sí hemos ganado esta batalla»