Dados a la tarea de aplicar métodos y tecnologías que alcancen a producir alimentos que tengan un impacto ambiental imperceptible, investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas ( INCA ) de conjunto con la máxima dirección de la agricultura en San José de las Lajas, recurren a la agricultura regenerativa para mejorar la calidad del suelo, acrecentar la biodiversidad y revitalizar los ecosistemas.
Los expertos de esta institución científica emplazada en la capital de Mayabeque afirman que se trata de no solo tener en cuenta la producción de suministros sino además de proteger y cuidar el escenario productivo agrícola, rescatando los suelos degradados con el empleo de proteínas alternativas, la eliminación o reducción de químicos, la diversificación de cultivos y el uso de plantaciones de cobertura todo ello conlleva a regenerar la tierra y combatir el cambio climático y la desertificación.
En base a esto, las prácticas que proponen versados y productores se caracterizan por eliminar la labranza, que rompe la estructura del suelo, mantener la cubierta vegetal para no dejar la tierra desnuda y prevenir su erosión; aumentar la diversidad y la producción de vegetaciones; combinar la agricultura y la ganadería y emplear a los animales de pasto para fertilizar la tierra.
La agricultura regenerativa reivindica que la salud del suelo está intrínsecamente ligada a la sostenibilidad total de nuestro sistema alimentario, desde la calidad nutricional de las plantas y animales, hasta el futuro de nuestro planeta, su objetivo es, por tanto, regenerar, estimular y mantener la fertilidad del terreno para que albergue una gran cantidad de vida y materia orgánica y que sea capaz de producir alimentos utilizando los recursos propios de la naturaleza.













