Congregarnos a pesar de las diferencias

0
2

En tiempos donde las diferencias ideológicas y religiosas suelen generar fracturas en los tejidos sociales, resulta profundamente revelador observar cómo, en un modesto gimnasio ubicado en la zona conocida como “4 Esquinas” de San José de las Lajas, ocurre exactamente lo contrario.

Allí, testigos de Jehová, cristianos y practicantes de la religión yoruba, personas con cosmovisiones y rituales distintos, comparten no solo el espacio físico, sino también la voluntad de convivir, ayudarse y construir comunidad.

Este tipo de confluencia, lejos de representar un conflicto, demuestra que la diversidad no tiene por qué ser un obstáculo. Más bien, puede ser el punto de partida para relaciones humanas auténticas y respetuosas, siempre que prime la empatía sobre el prejuicio.

Es en torno a las pesas, los ejercicios y las pequeñas historias cotidianas que se ha tejido un vínculo sano, guiado por la figura del profe Sergio, símbolo de esa cohesión afectiva.

Lo que sucede en ese gimnasio no es una excepción aislada, sino una muestra de lo que es posible cuando se trascienden las fronteras impuestas por los dogmas.

Un ejemplo simple pero poderoso de que la convivencia no exige uniformidad, sino voluntad de respeto mutuo. Un espejo, quizás, para otros espacios donde aún impera la exclusión por motivos de fe o ideología.

Califiquenos

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Nombre