Llegamos a 2025, un año que supone mayores desafíos tras 12 meses vencidos, que marcaron el recrudecimiento de la crisis económica, la bravura de la naturaleza, el empecinamiento del bloqueo y una aguda contingencia electroenergética que dejaron huellas muy lacerantes en el pueblo cubano.
La vida se hizo difícíl y sobre ella plantaron vaticinios quienes no aman a la mayor de las Antillas, en tanto dentro de la isla la dirección del país perseveró en esfuerzos y mantuvo el contacto con la población, en esa búsqueda de buenas prácticas, en el afán de multiplicarlas y compartirlas.
No vivimos en una sociedad perfecta pero sí perfectible, no somos hijos de la derrota y como genuinos guerreros enfrentamos hoy un reto mayor, que require esencialmente de unidad, para empinar el país que queremos sea mejor.
Es preciso, llevar al hacer las ideas y objetivos que pueblan los discursos, urgen el talento y sembrar confianza para lograr participación siempre desde la unidad, el diálogo, el intercambio que acoja todas las voces.
2024 ha sido un año difícíl, también lo fueron los años golpeados por la Covid, cuando el alma se estrujaba de dolor y muerte y no perdimos la esperanza, 2024 pasará a la historia con heridas profundas por las adversidades y la propia realidad que vive el país, donde carencias, inflación y él éxodo de muchos sienta la nostalgia en la mayoría de hogares de todo el país.
Depende de todos el destino de la patria, depende de todos ser más disciplinados, eficientes, responsables. Depende de todos salvar a Cuba, desde la consagración plena a la razón y no a tanteos, desde el altruismo, la resiliencia y la austeridad.
Que el año que comienza es difícíl, es verdad. Sin alabanzas a lo que se ha hecho, juntemos fuerzas, pongamos de moda los valores, la coherencia y la razón, el respeto a la diferencia y abracemos más que consignas, el sentido de la creación genuine esa que nos legó el más universal de los cubanos: Con todos y para el bien de todos.
Depende de todos sí, del pueblo y sus dirigentes, en todos los niveles, porque en esa union es donde habita la fuerza y también el camino a la victoria que todos nos merecemos.
Depende de todos.
