En las páginas de oro de nuestro Apóstol Nacional José Martí mucho nos falta por estudiar y descubrir. En esa revista mensual que dedicó a los niños de América el autor logró un alto contenido educativo al conjugar lo docente e instructivo de una manera atractiva.
La Edad de Oro mantiene la frescura, belleza y vigencia a más de un siglo de su primera salida en julio de 1889, durante la estancia de Martí en Nueva York. Con ese lenguaje universal y anticipado el cubano nacido un día como hoy en la calle de Paula regaló cuatro números de la revista, cada uno de 32 páginas, con bellos grabados e ilustraciones.
Ensayos, poesías como “Los Zapaticos de Rosa” y cuentos tan fabulosos como “El camarón encantado”, “La Muñeca negra”, “Nené Traviesa” y “Meñique” integran esta gran obra, colmada de historias y lecciones de humanismo. Toda una búsqueda del conocimiento, el amor y la justicia.
El pequeño lector y la familia cubana tiene al alcance una de las principales piezas de la literatura cubana y latinoamericana. La Edad de Oro es de esas consultas obligatorias que distraen, te hacen viajar a épocas y a conocer personajes que perdurarán en la memoria.
En este gran referente de valor pedagógico y de construcción moral queda mucho por consultar y descubrir. Adentrarse a las páginas de La Edad de Oro es una manera más de honrar desde las escuelas y la casa al eterno legado de quien sin lugar a dudas constituye el Paradigma de los cubanos: José Martí.
