San José de las Lajas, actual capital de Mayabeque, es cuna de hijos ilustres que se han consagrado en el mundo del arte y en especial en la música. Genaro de la Rosa, artista conocido como El Rumbero Mayor, constituye un ejemplo de ello.
Desde muy pequeño mostró sus dotes de cantante y músico; como artista empírico regaló muchas creaciones a la tierra que lo vio nacer.
En su terruño fundó dos agrupaciones y acogió a muchos jóvenes lajeros con inquietudes musicales, pero solo fue a la edad de 42 años que comenzó a estudiar teoría y solfeo en la Empresa Benny Moré a la que pertenecía.
De la Rosa formó parte hasta su retiro del conjunto “Antillano” donde se graduó como profesional y aunque su especialidad era el canto, en algunas ocasiones incursionó como percusionista al tocar los bongoes, la tumbadora, los clanes, el guayo y las maracas.
Este lajero fue capaz también de construir instrumentos y de alguna manera fue maestro ya que enseñó esta habilidad a sus hermanos, hijos, nietos y a muchos vecinos.
Hasta el momento en que solo se dedicó a la música fue obrero azucarero del central Portugalete en Liberación, siguiendo el legado de sus antecesores, de quienes heredó también sus raíces musicales.
Como digno homenaje a este destacado creador, la Casa de Cultura de San José de las Lajas, hoy lleva su nombre.