Hoy es el día. Reanudan el curso escolar en San José de las Lajas y justo este primero de septiembre comienza una etapa diferente, sin precedentes en nuestras vidas, por tanto constituye un gran desafío.
A la escuela corresponde una mayúscula responsabilidad pero muy ligada a la familia, encargada de velar porque sus hijos acudan a los centros educacionales con la mascarilla (nasobuco), la mantengan en todo momento y cumplan cabalmente todas las medidas orientadas.
El comienzo de este período lectivo y su desarrollo requiere de la máxima entrega de todas las partes, y de la disciplina de los educandos. Es preciso prime la percepción de riesgo y sobre esa realidad la familia debe haber abundado en estos meses primero de interrupción del curso, y después de etapa vacacional.
Lamentablemente, aun, son unos cuantos los que usan la mascarilla de manera incorrecta, con la nariz descubierta, como collar o en un bolsillo.
¿Que ocasiona cierta molestia? Es cierto, pero tal molestia es incomparable con los procedimientos que se aplican a las personas contagiadas cuya gravedad implica estén intubados en una Unidad de Cuidados Intensivos.
Esa realidad, dicha así de manera cruda, lleva consigo una vez más el llamado a la conciencia de cada cual. Quien incumple las medidas higiénicas orientadas, no solo atenta contra su vida sino que agrede a quienes le rodean, sean familiares o sencillamente personas desconocidas, que tropiezan con tercos e indisciplinados.
Asistir a clases los días señalados precisa de rigor y disciplina de los estudiantes, manifiesto en el cumplimiento de todas las precauciones que garantizan la protección
Estamos ante un enemigo invisible y silencioso que se expande con facilidad, que roba sueños, esperanzas, y el mayor antídoto está en la voluntad de todos y en algo tan sencillo y sin precio como asumir cabalmente las medidas sanitarias.
Comienza hoy una etapa nueva para todos. Podemos lograr sea óptima. La alegría calzará el amanecer y el reencuentro tendrá qu7e limitarse al saludo con los codos y al abrazo desde la mirada. Bastará cuidarse mucho para ganar esta batalla que medirá no solo aprendizaje en las aulas, sino también la madurez temprana imprescindible para hacer de todos la victoria frente a la Covid-19.
