Las acciones preventivas contra los vectores de enfermedades son tarea permanente para la población de San José de las Lajas, al igual que en toda Cuba, si tenemos en cuenta los peligros que se corren al permitir que proliferen especies portadoras de virus y que son vehículo de su propagación.
Esas acciones se hacen más necesarias por estos días cuando las lluvias son abundantes en la región occidental a causa de las condiciones meteorológicas, capaces de provocar mayor acumulación de agua en los lugares más insospechados que dan hospedaje a los indeseables vectores.
Entre las medidas a adoptar tiene un lugar primordial la revisión sistemática de los hogares en busca de cualquier recipiente con agua, donde el mosquito Aedes Aegypti pueda depositar sus huevos, pues es la forma apropiada para impedir que se cumpla el ciclo de propagación de la dañina especie.
Pero además es necesario que los moradores conozcan aspectos fundamentales del asunto, como son precisamente, las etapas de desarrollo que va desde el depósito hasta el vuelo definitivo de este transmisor de enfermedades conocidas como son el dengue, la chicungunya o el zica.
En mi opinión las audiencias sanitarias, ofrecidas por los consultorios del médico de la familia, con el apoyo de los CDR, son encuentros que mucho pueden ayudar en la campaña contra vectores, pues allí personal especializado de salud ofrece las orientaciones que ningún vecino debería perder.
El huracán Michel ya se alejó de la zona occidental, pero deja lluvia por todas partes. Queda entonces latente la responsabilidad de revisar correctamente tanto los hogares como sus alrededores.
