Alfonso Urquiola: “Yo solo mue­vo las piezas, ellos son la maquinaria”

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Alfonso Urquiola,  director técnico del equipo cubano, Vegueros de Pinar del Río, en la Serie del Caribe, brinda declaraciones a la prensa cubana, en San Juan, Puerto Rico, el 7 de febrero de 2015.   AIN FOTO/Roberto MOREJÓN RODRÍGUEZ/
Alfonso Urquiola, director técnico del equipo cubano,
Vegueros de Pinar del Río, en la Serie del Caribe.

 SAN JUAN.—“Siempre he tenido mucha fe en los jugadores que dirijo, lo mismo del equipo Pinar del Río en las temporadas nacionales, que de las representaciones cubanas en el exterior. Esa ha sido una máxima en mi carrera como director. Estos muchachos que han ganado aquí son gigantes”, expresó Alfonso Urquiola, el mentor ganador de la Serie del Caribe.

“Es un evento en el que además de la calidad de los adversarios, que llega hasta el nivel de la Major League Béisbol (MLB), nuestra afición pudo ver en la televisión la manera en que se entregan en el terreno. Tal parece que se quieren comer la pelota en cada lance”, apuntó el otrora segunda base pinareño y de los equipos Cuba.

Algunos escépticos decían que los Vegueros de Pinar del Río iban a necesitar un poco de suerte para enfrentar la justa caribeña de campeones. Urquiola no descartaba que ella podía sonreírle en determinado momento.

Sin embargo, “en el caso de la Serie del Caribe, se trata de una competencia corta, en la cual no tienes tiempo a recuperarte y para llegar hasta el último día hay que tener mucho más que suerte. El equipo que no tenga calidad no sale a flote, en este nivel hay que contar con buen béisbol si se aspira al triunfo”, comentó.

“Hemos visto un pitcheo que no solo es excelente desde el punto de vista técnico, sino que en el orden individual y en el colectivo posee un elevado rigor táctico que responde a una estrategia predefinida. Nin­guno de los conjuntos a los que nos enfrentamos vino a improvisar a San Juan. En fin, la suerte, te puede ayudar pero son nueve innings todos los días, frente a peloteros de mucha valía y ella (la suerte), ni lanza ni batea”, afirmó.

A nuestro juicio, algunas decisiones a la ofensiva, en las alineaciones iniciales y en el manejo del pitcheo fueron muy riesgosas.

“Habíamos dicho que sería un torneo muy difícil y en las situaciones que se nos presentaron, era imprescindible tomar los riesgos. El béisbol es un juego de probabilidades y si no te arriesgas buscando todas las variantes po­sibles no llegas al triunfo. Lo que sí puedo decir es que las decisiones fueron colegiadas la mayoría, porque en ocasiones no hay tiempo para actuar y debes definir al momento”.

Mas la experiencia, humildad y sabiduría de este hombre, hace que la victoria no le nuble la vista. “Creo que debemos sacar las experiencias de un certamen co­mo este. Te dije hace unos días que de cada juego de pelota, lo ganes o lo pierdas, hay que sacar dividendos.Nuestro béisbol debe centrarse en los códigos que vimos aquí, por ejemplo, en el pitcheo hay que crecer en la definición de las funciones. En esta competencia los abridores lanzaron seis episodios y del séptimo al noveno los contrarios empleaban un pitcher para cada capítulo. Debemos aprender de esa ofensiva en las bases, que le saca el máximo a cada batazo a cada jugada o error del rival”, enfatizó.

Héctor Mendoza, el joven ce­rrador pinero, de Vegueros de Pinar del Río, de los Gigantes de Yomiuri y de Cuba, ha llamado a Urquiola fabuloso director; otro bisoño del montículo, el camagüeyano Norge Luis Ruiz, le ha dicho el jefe de la banda. En el hotel, se le ve rodeado de sus jugadores constantemente y en los rostros prima la sonrisa.

“A todos les he dado la confianza que se han ganado, nuestros deportistas, no solo los peloteros, son jóvenes buenos, sanos, que tienen muchos valores, solo hay que convocárselos, porque te digo que hay que tener mucho coraje, consagración, también dis­ciplina y mucho amor a la camiseta para remontar un 4-0 en una quinta entrada, como lo hicieron contra Venezuela, el mejor elenco que vimos acá, o para salir ante México con esa estirpe de campeones, que cautivó a todo Puerto Rico. Yo estoy muy orgulloso de mis peloteros, de nuestro béisbol y los aficionados deben sentirse igual, pues este es el triunfo de Pinar del Río y de toda Cuba. ¿Yo?, yo solo mue­vo las piezas, ellos son la maquinaria”.

(Tomado de Granma)

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